5.4.13

Esa tarde fresca de primavera, Mientras llovía sin decir nada, Te acercaste a mi, Y me tiraste al sofá, Con voz seductora me dijiste, “No digas nada, y conjuga conmigo tu pasión”, Empezaste a besarme, No eran simple y comunes besos, Sino mordidas dulces, Mientras me ahogabas, Con el juego de tu lengua con la mia, Mi cuerpo era un frio mundo de fantasías, Que tus manos quemaban lentamente al rozarme, Tus palabras no eran más que suspiros, Y mis gemidos a mi antes fría piel, Que ahora es ardiente, Por el calor de la pasión que despiertan tus caricias, Te sentí tan caliente como yo, Y fui deslizando mi lengua por tu cuerpo, Hasta llegar a tu miembro, Con fuerza feroz lo bese, mordí y chupe, Tornastes tus piernas fuertes y firmes, Y tornamos hacer una sesenta y nueve, Apoyabas tu glande en mis labios, Mientras que al contorno de mi sexo, Jugabas con mis labios pegajosos y húmedos de néctar, Con tus caricias y tus besos, Me decías en voz de silencio “quiero desees mi miembro como tu único deseo” Me torturabas con tus dedos en mi clítoris rasguñaban las paredes , Se movían de una forma inusual, No era ni uno ni dos, eran tres, Era un éxtasis incontrolable, Y me decías cuando estés a punto de estallar, La pongo en tu boca, Desesperada y hambrienta de locura, La agarre con mis manos, Como queriendo devorarla, chupe, lamí, succione, mordí, Hasta desfallecerlo, Pidiéndole que gritara al mismo tiempo Que los dos en el mismo sofa, Que nos enloqueció, Y que sintiera el temblor, Y la humedad de mis orgasmos y sus eyaculaciones, Que ocurrieron en una sola carne, En un solo cuerpo, los nuestros, Que se unieron con pasión, lujuria y pasión para amarse sin control. @Intima

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